lunes, 18 de abril de 2011

BREVE HISTORIA DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS

De acuerdo a referencias del reconocido cronista español del siglo XVI, Fray Bartolomé de las Casas, Santiago antes del descubrimiento, formaba parte de dos cacicazgos, el de Maguá, que era dirigido por el cacique Guarionex y el de la Maguana, cuyo cacique principal era Caonabo. El primero de ambos reinados estaba compuesto por aborígenes de la cultura Ciguaya. El segundo, en cambio, estaba constituido por habitantes de la cultura Taína, que era la más difundida a la llegada de Colón en 1492. Santiago fue fundado como fortaleza a orillas del Río Yaque del Norte, en 1495. Esta fortaleza se encontraba cercana a donde actualmente se encuentra Santiago.
Bartolomé Colón ordenó a fundar cuatro aldeas alrededor de las casas fuertes establecidas y como resultó que esas aldeas fueron plantadas con habitantes de La Isabela, entre los cuales habían caballeros hidalgos e hijosdalgo, el reducto que se conformó en el vecindario, dio nacimiento a la Villa de Santiago, planteamiento que hace Carlos Acevedo. Libro Dorado de Santiago, Pág. 24.
En 1506, la villa que se forma alrededor de éste es trasladada a orillas del río Jacagua. Fue la primera ciudad de América en llamarse con el nombre de Santiago. Más tarde este nombre fue adaptado por Santiago de Chile y Santiago de Cuba.
Solamente en 1514, cuando se realizó el primer conteo (censo), se evidenció que realmente residían en la villa 30 nombres de españoles, pero no hay certeza de que todos fueran caballeros. En ese primer censo en Santiago había 60 personas y tenía iglesia, casa del cabildo, un total de 40 viviendas y edificios públicos.
En 1562, Santiago es destruido por un terremoto. Los sobrevivientes se instalan en terrenos pertenecientes a Petronila Jáquez Viuda Minaya, colindantes con el río Yaque del Norte, ubicación actual.
Como a otras poblaciones de la isla, el 7 de julio de l508, la reina Juana de España, le concedió a Santiago el título de Villa y le otorgó también Escudo. Contra la tradición, el Dr. Campillo Pérez sugiere que esta extensión de Santiago de los Caballeros no empezó a utilizarse sino después de la primera mitad del siglo XVI. Inicialmente, Santiago resultó un lugar atractivo por el oro que se hallaba sin dificultad en las aguas del río Yaque, muy próximo a la fortaleza erigida en 1495. Este oro se agotó rápidamente y ya a comienzos del siglo XVI, la agricultura se convirtió en la principal actividad económica de los habitantes del lugar. En los años subsiguientes, la vida de la Villa y de todo el territorio giró en torno a esta actividad económica. Cuando el terremoto del1562. En ese momento la ciudad tenía varias edificaciones de piedra. Incluyendo la segunda iglesia construida en la isla. La devastación que produjo el terremoto fue grande, por lo que los sobrevivientes de la tragedia se trasladaron de nuevo al lugar donde había estado la antigua fortaleza, dando así inicio a lo que muchos consideran la tercera y última fundación de Santiago, lo que se inició al despuntar el año de 1563. Sobre los escombros de la antigua ciudad levantada en Jacagua, las edificaciones que pudieron sobrevivir al sismo de 1562, fueron destruidas por fenómenos similares registrados en 1642, 1747, 1751, y 1946. En la actualidad, en Jacagua se pueden observar algunos restos pétreos de la antigua ciudad de Santiago, constituyendo esto uno de los atractivos para quienes visitan la provincia.
Santiago ha sido testigo de importantes eventos históricos. Cabe mencionar la Batalla del 30 de marzo de 1844 o Batalla de Santiago, con la cual los dominicanos consolidan su independencia.
Fue capital de la República Dominicana, durante la Guerra de la Restauración (1863-1865). Santiago ha contado con importantes personalidades en el campo político, económico y social.
En el 1497 recibió el nombre de Villa Santiago y luego se agregó de los Caballeros en honor a sus benefactores, pues los primeros pobladores fueron treinta caballeros de la Orden Española de Santiago el Mayor, es por ello que el 6 de diciembre de 1506, fue instituida definitivamente con el nombre de Santiago de los Caballeros y a la vez con el derecho a usar Escudo, por orden del rey Fernando el Católico. Creció de una manera muy rápida, a pocas décadas después contaba con acueducto, templos y edificios de mampostería (hechos con piedras desiguales unidas con argamasa sin que estas sigan un orden establecido), baños públicos y una gran muchedumbre. La ciudad estuvo ubicada en Jacagua hasta el 2 de diciembre de 1562, ya que en esa fecha se marcharon del lugar a reconstruir en el terreno que ocupa en la actualidad y cercano al original, el cual fue donado por la terrateniente Petronila Jáquez Viuda Minaya. Las primeras viviendas se construyeron en el Cerro donde está situada actualmente la Fortaleza San Luís.

Don Ulises Franco Bidó, fundó el primer periódico de Santiago. El Día, el 11 de julio de 1891.
Para los años de 1916 hasta 1924, es decir, durante la Ocupación Norteamericana, en Santiago se construyen calles, puentes, carreteras y se le dotó de alumbrado eléctrico y acueducto, primero que a la capital. Estos fueron momentos de propagación territorial para la provincia.
La era trujillista fue de grandes cambios políticos, económicos, sociales y culturales en todo el país.
El crecimiento de la población se ha debido al progreso constante que la provincia ha tenido en los últimos años en los campos agrícolas, industrial y comercial.
La denominaron Ciudad Corazón, es porque a principio de siglo XIX, la población se destacaba porque sus sectores sociales emprendían la mayoría de los proyectos de la época y se fue creando una mística que bautizó a Santiago como La Ciudad Corazón.

Se tiene la creencia que se debió a que en el acto de inauguración del poblado en Jacagua, estuvieron presentes algunos hidalgos o caballeros españoles y mucho se duda de que el número llegara a treinta, por lo que con el tiempo se perdió el 30 y ahora se dice solamente Santiago de los Caballeros.
La transportación de un lugar a otro se realizaba en caballos y burros, luego en carruajes, que son los coches a caballos, los cuales tienen gran sentido turístico y constituyen un símbolo de Santiago de los caballeros. Con el avance de la tecnología, realizan esa función los automóviles.
SANTIAGO: PROVINCIA CULTURAL DEL FOLKLORE MODALIDADES EXPRESIVAS
Vocabulario: el vocabulario del campesino de esta región es bastante reducido y una gran pronuncia muy mal. Los defectos más notables que se cometen son: cambios de unas letras por otras, síncopas, arcaísmos, corrupciones del lenguaje, barbarismos, etc. Por ej. Cambio de la r y la l en i al final de sílaba o de palabra, o supresión de las mismas letras cuando la vocal que precede es i. ej. Altai por altar, bebei por beber, comei por comer doimi por dormir, aima por alma, doloi por dolor, etc.
Inversamente cambio de la i en cuando las terminaciones silábicas son la vocal i ej. Hor por hoy, dor por doi, mur por muy, etc.
Cambio de la h muda en j, en las palabras o sílabas en que esa letra es inicial, y si es delante del diptongo que el cambio es en g. ej. Almojada, por almohada, joyo por hoyo, jambre por hambre, jamaca por hamaca, jincar por hincar, alcaguete por alcahuete, gueso por hueso, etc.
Supresión de la d en las terminaciones participiales que concuerdan con sustantivos masculinos. Ej. Asao por asado, adorao por adorado, pedío por pedido, salío por salido; y así tambien las palabras que tienen la misma terminación, por ej. Abogao por abogado, listao por listado, marío por marido, nío por nido, etc.
Supresión de la última sílaba cuando el paticipio se refiere a sustantivos femeninos. Ej. Asá por asada, salá por salada; y así también en las palabras de la misma terminación. Ej. Morá por morada, empaña por empanada, aza por azada. Esto obedece a la misma tendencia natural de suprimir las terminaciones participiales y lo que aquí ocurre es que las dos a finales, al suprimir la d no se repiten y solamente se pronuncia una.
Omisión de los sonidos o letras b, c, d, j, g, s al final de sílaba, los cuales sonidos ofrecen dificultad para pronunciarlos. Ej. Administración, relo por reloj, inorancia por ignorancia, etación por estación, etc.
Supresión de la s de los plurales en la pronunciación y agregación de esta letra donde no corresponde, ej. Lo cuatros por los cuatro, lo números por los números, mucho pollos por muchos pollos, etc.; y así en las palabras del singular que llevan la s final, por ej. Celo, Carlo, Catellano por celos, Carlos y castellanos, etc.

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