martes, 21 de abril de 2009

Gagá tradicion y cultura en Semana Santa

Por Wilson Inoa



El Gagá es un culto socio-religioso que se practica en distintos bateyes de nuestro país, de procedencia haitiana.
Su verdadero nombre es Rará, porque los haitianos gutarizan la R, se ha convertido en Gagá, de acuerdo al escritor Otto Mayer Serra, citado por el maestro Fradique Lizardo, danzas y bailes folklóricos dominicanos, pagina 289.
El culto, por la propia naturaleza de los bateyes, es dominico-haitiano. No solo porque una parte de sus integrantes son dominicanos y porque el batey es una comunidad integrada por pobladores de ambas nacionalidades, sino porque el dominicano que participa adquiere los mismos compromisos que el haitiano (mayores, reinas, músicos, presidente, padrinos, etc.), de acuerdo al sociólogo Carlos Andujar, Identidad cultural y religiosidad popular, pagina 136.
En los campos de República Dominicana, en particular en las zonas de campos de caña y bateyes, hay una manifestación cultural de sincretismo religioso que tiene su origen en tradiciones haitianas.
Es el gagá e incluye una serie de ceremonias y actividades que son más conocidas y vistosas en tiempos de cuaresma y Semana Santa, también lo han asociado con las festividades de los carnavales dominicanos. Este culto es una combinación de santería, creencias de vodú, luases y cristianismo.
El ritual del gaga comienza su ceremonia con el rompimiento de un huevo, el jueves santo a las doce de la noche, viernes y sábado de Gloria extendiéndose a veces hasta el domingo de resurrección.
La preparación del gagá comienza temprano, con los primeros preparativos que se hacen un mes antes de la Semana Santa.
El rito comienza por una comunicación con las deidades a las cuales se complace con la celebración de la ceremonia, esta puede ser por medio de la posesión o el sueño.
El gagá es también conocido por sus manifestaciones musicales, ya que sus ceremonias van acompañadas por cantos y músicas con un formato único que las hace parte de nuestro folklore, cultura e identidad.
La presencia más significativa de haitianos católicos, están en los bateyes tanto del Sur, Norte y Este de la Republica Dominicana.
La Semana Santa es también llamada "La Semana Mayor" y es la que los Cristianos Católicos dedican para reflexionar en los misterios principales de la Fe cristiana, que son la muerte y resurrección de Cristo, con todos los ritos previos y posteriores que esto implica.
La liturgia de la Semana Santa comienza con la bendición de las palmas y una procesión el domingo, con una solemne proclamación de la narración de la Pasión según San Mateo en la misa.
Los bateyes dominicanos son escenarios durante toda la Cuaresma de paradas de Ga-Ga, donde dominicanos y haitianos bailan de este ritmo musical por lo que predominan los tambores y los fututos.
Entre sus rituales y ceremonias están los de iniciación, sacrificio, protección, bautismo, bendición y purificación. La participación de sus integrantes se basa en "promesas" que duran de tres a siete años. A su interior se presenta el fenómeno de la asociación espiritual o el "trance" en ciertas personas, según las circunstancias.
El Yom o maraca doble de metal es muy popular su uso en el Gagá y los carnavales, tradicionalmente este carnaval desfila en las calles y a la vez van reclutando de pueblo en pueblo bandas de músicos, bailarines y otros grupos de espectadores que se unen a la celebración. Estas bandas rurales tocan un tipo de "trompeta" de un solo tono hecha de bambú. Su tamaño es de aproximadamente cuatro pies y produce un sonido de contrabajo de un solo tono. Estas vaccines como se le llaman en Haití, al combinarse con otras a un ritmo complementario, producen un efecto de sinfónica. La otra maraca más común es la Maraca Simple: este instrumento hecho de metal es similar al tipo usado en la música de origen afro que se toca en Haití, Cuba, Trinidad y Brasil.
El único instrumento de tipo cordófono (instrumento de cuerdas) procedente del África y de origen pigmeo es la Gayumba. Este instrumento se construye sobre un hoyo en el suelo que le sirve de caja resonante. El hoyo es cubierto con una yagua asegurada en tierra con palitos. La sección principal de la Gayumba consiste en un pedazo de rama de árbol atada a un tronco. Esta rama lleva atada la cuerda del instrumento al otro extremo la cual se hace pasar por un agujero perforado en la yagua. La Gayumba se encuentra en todo el sur y parte de este.
Nuestra isla, compartida por dos Estados, en materia de Derechos Humanos, su origen data con la llegada del imperio Español, a la vez, es el génesis de la problemática de la situación jurí¬dica del flujo migratorio nacional.
A través de nuestra historia, se han registrados discusiones en torno a situaciones jurí¬dicas relacionadas con el aspecto migratorio alrededor de distintos problemas referidos con la migración nacional; como son: La inmigración haitiana, polí¬tica de visado, situación jurí¬dica de los dominicanos que nacen en el extranjero, nacionalidad de los hijos que están de tránsito, de los que están ilegales.
Con relación al tema a desarrollar, derechos humanos y flujo migratorio nacional y la problemática en cuestión, diversas discusiones han sido planteadas alrededor de la polí¬tica migratoria, tanto en la Constitución, como en las leyes y los tratados internacionales, que el Estado Dominicano ha sido parte y ha firmado.
La constitución de la República Dominicana, reconoce y aplica las normas del Derecho Internacional General y Americana en la medida en que sus poderes públicos las hayan adoptado, o sea, ratificado por el congreso nacional.
Situación con los haitianos, que se ha venido dando desde tiempo histórico, y como ha dicho el maestro Lizardo una isla dividida en dos países no pueden vivir sin compartir sus culturas.

La Cofradía de los Congos del Espiritu Santo

Por Wilson Inoa
El 18 de mayo del 2001, la UNESCO proclamó La Cofradía de los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella PATRIMONIO ORAL E INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD. Este hecho constituye un logro extraordinario para la cultura de la Republica Dominicana.


Eso ocurrió el 18 de mayo de 2001 y desde entonces muchos arquitectos y gestores culturales han aunado esfuerzos para dar luz a un proyecto que dé techo a los cofrades y sus rituales y haga posible visitar el lugar que se torna sagrado y digno de veneración o simple observación. De acuerdo a la declaración de la UNESCO, la Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella corresponde a “una expresión cultural popular y tradicional de valor perdurable desde del punto de vista histórico, artístico, etnológico, sociológico, antropológico, lingüístico o literario”. Se consideran como un testimonio singular de una tradición cultural viviente.

Domínguez y Mubarak han buscado palabras claves para poner en un texto los conceptos que le han permitido dar cuerpo a sus ideas: “El lugar comunitario, el espacio en donde la tradición construye su inmanencia en base a su música y a la convivencia del día a día, se constituye en el lugar simbólico de la Cofradía del Espíritu Santo: su techo, protección y simbolismo, abierto e integrado al contexto familiar, formaliza el lugar convirtiéndolo en el espacio de encuentro que se extiende no tan solo a la escala de Mata de los Indios, sino a escala nacional. Es el escenario para la vida, trascendental, en donde los testimonios son el futuro previsible”.
La Cofradía del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella, han llevado su cultura y música a diferentes partes del mundo como embajadores culturales dominicanos

La cofradía es una confraternidad (en sus orígenes descendientes de esclavos negros) o hermandad compuesta principalmente por un conjunto de músicos tocadores de instrumentos denominados “congos” ( el palo o congo mayor, el palo menor o conguito, la canoita y las maracas), unidos al Espíritu Santo y entre sí con lazos de parentesco espiritual.


Don Sixto Minier, era depositario de una tradición considerada patrimonio de la humanidad
Don Sixto Minier, Capitán de la Cofradía del Espíritu Santo de los Congos de Villa Mella, falleció a los 88 años de edad.
La muerte ocurrió en su casa de Mata los Indios, de Villa Mella.
Don Sixto Minier formaba parte de la Cofradía del Espíritu Santo de Villa Mella desde su adolescencia. Su madre le hizo entrega de la Cofradía a los 14 años. Desde entonces Don Sixto ha celebrado con sus instrumentos congos todas las fiestas del Espíritu Santo en Villa Mella y ha recorrido, con sus músicos congueros, todos sus parajes ejecutando en las ceremonias funerarias los veintiún toques de la Cofradía. Ahora, tras su muerte, le han tocado a él también la pieza Kalunga, que es la más sagrada del repertorio de los Congos.
Esta pieza musical es tan famosa en Villa Mella que cuando una persona muere se dice de ella que “le tocaron Kalunga”.
Por sus méritos culturales, a Don Sixto Minier se le hicieron en vida varios reconocimientos.
El Consejo de la ciudad de Nueva York lo honró “por su contribución a preservar la herencia africana en República Dominicana” (2001); el Gobierno Dominicano lo reconoció como “patrimonio viviente del folklore dominicano” (2002).
Asimismo, la Facultad de Humanidades y el Instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo le hicieron un homenaje por haber sido proclamada la Cofradía como “Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad (2003); y los programas nacionales de televisión “El Gordo de la Semana” (1987) y “Sábado de Corporán” (1995) lo distinguieron “por su aporte al folklore dominicano”, como “tesoro viviente” de este folklore, respectivamente.
El último reconocimiento lo recibió recientemente Don Sixto, durante la Feria del Libro, de la Secretaría de Estado de Cultura “por haber garantizado la continuidad de los conocimientos , los procesos y las técnicas artesanales tradicionales de República Dominicana” (abril 2008).
Congos, es baile suburbano y rural practicado en zonas aledañas de la ciudad capital durante la festividad Espíritu Santo o con motivo de una velación ofrecida por un miembro de la Cofradía del mismo nombre.
En el baile de los Congos, lo característicos de esta danza, es el traje blanco de los danzantes, la profusión de joyas con que se adornan y sobre todo, la forma especial de cambiar de pareja.
Lizardo relata la formación de la cofradía, Según cuenta la leyenda que un señor se encontró en una mata de Copey al Espíritu Santo quien le dijo que deseaba que le hiciera su fiesta todos los años, para esto le entrego un congo mayor, un conguito, una canoita y una maraca metálica. Le enseño los toques y le dio 23 cantos y una palomita de plata; desde entonces se formo la cofradía de los Congos del Espíritu Santo y cada año se celebran las fiestas donde se toca nueve viernes y el día de la fiesta se reúnen los grupos de todos los pueblos y chequean los patrones rítmicos y amanecen bailando congos.