Por Wilson Inoa
Fecha
propicia para escribir esta breve líneas en que se conmemora el Día Mundial del Folklore, aprovecho para
compartir mi experiencia de labor como Gestor Cultural (folklorista). Indagando en documentos publicado en diversos medios sumamente interesante
del quehacer del folklore dominicano entre antecedentes de folkloristas,
publicaciones de algunas obras del maestro Fradique Lizardo. Además artículos
relacionados con las fiestas patronales, su interés por la creación de un
Instituto de Folklore Nacional con el propósito de difundir las investigaciones
logradas, entre otros documentos de interés cultural.
En
un artículo me encontré una entrevista a René Carrasco. Ronzino (1979). Posible
última entrevista con René Carrasco. Listín Diario, donde se describe su labor investigativa desde
1938 interesado en las actividades de clubes y casinos en la región Cibao
(Santiago, la Vega) donde explica el desarrollo de las fiestas realizadas en
esos lugares. Resalta las piezas que tocaban en ese entonces: Merengue, danzón
cubano entre otros, plantea el origen del perico ripiao de acuerdo a las
informaciones ofrecidas por los músicos que amenizaban la fiesta de ese
entonces.
Luego
viajó a las Islas Bahamas acompañado de su primera compañera de merengue Ana
Dilia Pérez (mocana), allí encontró unos argentinos donde le entregaron una
guía de publicaciones del folklore luego a su llegada al país solicita un
registro de publicaciones folklóricas en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo le dijeron que no existía solo tenían lo que se había publicado del
creador del término folklore, entonces decide visitar las autoridades públicas
reuniendo cartas (402) como estudioso del folklore dominicano y así practicaba
los diferentes instrumentos y bailes.
En
otro orden de ideas, me encontré con una
publicación en el periódico donde describe las actividades de interés de
Fradique Lizardo. Ugarte (1979). Publica
Fradique Lizardo rescata valores folklóricos. El Caribe. Se le ve caminar en
busca de transporte público, escribió sin cesar para dejar recogido para la
posteridad el producto de sus estudios, tanto que ofreció charlas, montó
espectáculos y comunicó sus conocimientos sin recibir por ello la debida
remuneración económica. Sus presentaciones con su Ballet Folklórico Dominicano
lograron desplazarse por todo el país, el extranjero en festivales
internacionales y en cada espectáculo presentó nuevos elementos de la cultura
dominicana.
