De acuerdo con la conservación de los elementos, los estudiosos identifican cuatro etapas del folclore:
Muerto: Correspondiente a una cultura extinta, conservada sólo en registros, archivos y otras fuentes escritas, o en restos arqueológicos, pinturas, etc.
Moribundo: Cuando la cultura a la que pertenece conserva sólo algunos elementos de esos hechos, habiéndose perdido la mayoría. Típicamente, cuando por motivos demográficos sólo los ancianos del grupo lo conservan, no así los jóvenes.
Vivo: Se sigue practicando en la vida cotidiana o está integrado a su cultura de origen.
Naciente: Rasgos culturales de creación reciente, que con el tiempo se convertirán en elementos folklóricos.
1 comentario:
Muy buen material!. Gracias por compartirlo
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