miércoles, 25 de junio de 2008

Complejo Ritual de la Sarandunga

En Baní el 23 al 24 de junio se celebra en la noche de ese día la fiesta llamada La Sarandunga y son tres bailes y una procesión, la cual se llama Morano y los bailes se llaman Capitana Bomba y Jacana. Cuenta la tradición que hace muchos años un señor fue de Baní a Haití a vender una pesa de ganado y se encontró con un señor que llevaba una imagen de San Juan y tres tambores le propuso cambiar la imagen y los tambores por la pesa de ganado, (una pesa de ganado es igual a 36 reses).
El hombre hizo el cambio y aprendió los toques, bailes y cantos de San Juan; desde entonces se acostumbra a celebrar la fiesta cada año por los hermanos de la cofradía de San Juan Bautista.
La fiesta comienza cantando una salve a eso de las 7:00 de la noche y si hay algún hermano de la cofradía enfermo le llevan la imagen a su casa, cantando moranos por la calle, delante del enfermo bailan, luego vuelven a la casa y amanecen bailando, generalmente se comienza a bailar la Jacana después de la media noche; se llama a este el baile de los viejos porque es lento.
En la madrugada, cuando va a amanecer, cogen el santo y cantando moranos se van al río y se paran en una sola fila dentro del agua a esperar que salga el sol; cuando sale el primer rayo del sol, el que lleva la bandera o guión rojo que representa el santo, se moja las manos, se lava la cara y con ellas húmedas toca las manos de la imagen y se dice que bañaron a San Juan, entonces los demás asistentes se lavan la cara y si alguna mujer quiere que le crezca el pelo se corta la punta y la tira al río, entonces se bailan las tres piezas en el río y esto se llama pavoneo, cogen la imagen y la llevan a la casa de todos los hermanos de la cofradía durante todo el día 24; llevan la imagen a la ermita y esperan otro año.
De acuerdo a la investigaciones de la folklorista Edna Garrido el baile de la Sarandunga se baila de la siguiente manera: la mujer, con la falda graciosamente cogida por ambos lados toca el hombro de su compañero y empieza los primeros pasos del baile girando según el caso, de un lado y otro, y siempre describiendo un circulo dentro de la rueda que forman músicos y espectadores, y sin levantar los ojos del suelo ni una sola vez mientras baila. El hombre, con postura arrogante, los brazos descansados en forma natural a los lados del cuerpo, y llevando un pañuelo en la mano9 derecha, el cual sacude o agita delante de la pareja, cuando el caso requiere, la persigue. Ella, siempre con graciosos giros, le esquiva y huye de su lado. Algunas veces el hombre levanta los brazos en actitud de abrazar a su compañera, pero esta se aparta oportunamente y el abrazo nunca llega a efectuarse, otras veces la zapatea o se tocan los hombros, o la mujer le pone baile, es decir, le baila de frente, pero cuando él se acerca mucho lo esquiva.
La fiesta de San Juan Bautista daba oración a regocijo públicos de acentuado saber profano que consistían en carreras de caballos en las que cabalgaban tanto las personas de punto, como la gente menuda, y lo mismo los hombres que participaban en las alegres correrías. Si bien disimulaban su presencia disfrazándose y encubriéndose sus rostros con una mascara. Sobre la participación de algunos eclesiásticos, fue abierta una investigación en 1740 con el fin de limitar la participación de estos en los juegos. En las noches de San Juan Bautista se celebraba así mismo la fiesta de las fogatas. La cofradía del San Juan Bautista de negros y mulatos nacidos en Santo Domingo, establecida en la catedral sacaba el día de su Santo Patrón una procesión muy solemne con danzas.
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